2:51 a.m. Hace calor, quizá demasiado. Y la cafeína que corre por mi cuerpo tampoco me permite tener un sueño tranquilo…La cama me parece el mejor lugar. Me tumbo. Es el momento perfecto para escuchar “Claro de Luna” de Debussy (pieza tan explotada en anuncios y películas, por lo que suele ser bastante familiar para cualquiera, independientemente de sus gustos musicales). Música impresionista para mis oídos. Desde las primeras notas, siento como mi cuerpo se relaja… mi mente se evade…Intento no pensar, tener la mente en blanco…para apreciar mejor la suavidad de sus notas…Es increíble. Todo está en absoluto silencio y solo estamos la música y yo. Cómo la disfruto…Su dulzura me trasporta a nuevos mundos. Su claridad y tranquilidad son los que cualquier mente cansada necesita. Una a una saboreo sus inmejorables notas, como si del mejor manjar se tratase. Creo estar en la gloria, aunque sólo sea por algunos minutos…Curiosidad infinita. No hay mejor placer, que el placer más pequeño. Música, placer de placeres.
Música, placer de placeres. Claro de luna - Debussy
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